jueves, 5 de febrero de 2015
miércoles, 4 de febrero de 2015
lunes, 2 de febrero de 2015
El Principe
Cuando una familia ha reinado en
ellos largo tiempo o nuevos son los que adquieren por suerte o por virtud el reinado.
Entonces habla de que es más fácil conservar un estado hereditario acostumbrado a una dinastía
que uno nuevo ya que basta con no alterar el orden establecido por los príncipes
anteriores y contemporizar con los cambios que puedan producirse.
Los estados que al adquirirse se
agregan a uno o más antiguo son de la misma provincia son muy fácil concentrarlos
sobre todo cuando no están acostumbrados a vivir libres y para afianzarse en el
poder, basta con haber borrado de la línea del príncipe que los gobernaba porque
siempre que se respeten sus costumbres y ventajas de que gozaban permanecen
segados solo con mucha dificultad para perderlo, dice que las colonias no
cuestan y que son más fieles y entrañan menos peligro y que los damnificados no
pueden causar molestias por que son pobres y están aislados y que el príncipe debe
estar aliado a los de mayor poder y cuidarse de que bajo ningún pretexto entre
en su estado ningún extranjero tan poderoso como él pues podría llegar a tener
un mayor poder.
Habla de que todos los
principados de que se guarda memoria han sido gobernados de dos modos distintos
o por un príncipe que elige de entre sus ciervos para que lo ayuden a gobernar
o por un príncipe asistido por nobles y así posicionarse por su linaje lo que
lo hace gozar de mayor autoridad, existen también 3 modos de conservar un
estado; destruirlo, erradicar en él, dejarlo regir por sus leyes obligando a
pagar un tributo y establecer un gobierno que se encargue de velar por la
conquista. El único medio seguro de gobernar una ciudad acostumbrada a vivir
libre es destruirla quien se haya dueño de una ciudad así y no la aplaste
espere a ser aplastado por ella.
El principado puede implantarlo
tanto el pueblo como los nobles y los nobles cuando demuestran que no pueden
resistir al pueblo a la autoridad en alguno de ellos, el príncipe que llega con
ayuda de los nobles se mantiene con más dificultad que el que ha llegado con el
apoyo del pueblo por que los que lo rodean se consideran iguales y se le hace difícil
el mandarles y manejarles como el príncipe quiera y su permanencia es peligrosa
pues depende de la voluntad de los ciudadanos
y magistrados los cuales pueden arrebatarle el poder y el príncipe rodeado de
peligros no tiene tiempo ni autoridad absoluta.
Los principados eclesiásticos se
adquieren por el valor o por suerte, no debe confiarse de los capitanes de
mercenarios por que aspiran a ser como el príncipe y envidian su grandeza y
someter al príncipe, una república debe tener sus milicias propias y el príncipe
debe dirigir a la milicia y en persona hacer el oficio de capitán. Un príncipe no
debe dejar de ejercitar su oficio de capitán. Todo príncipe que cumple su
palabra y obra con rectitud se gana la confianza del pueblo y debe saber
comportarse como bestia y como hombre, pues conviene que se transforme en zorro
y en león, porque el león no sabe
protegerse de las trampas y el zorro de los lobos y en hombres pues se muestran
simples y obedecen las necesidades del momento que aquel que engaña encontrara
siempre al que se deje engañar, un príncipe debe mostrarse fiel, recto,
religioso y así mismo tener dos cosas principalmente:
1. En
el interior que se le subleven los súbditos
2. En
el exterior que los ataquen las potencias extranjeras
Para elevarse un príncipe siempre
debe ser hábil o bien protegido por la fortuna.
Vale más ser temido que ser amado,
y la hipocresía se convierte en un deber.
La obra de Nicolás Maquiavelo representa
una interesante perspectiva para comprender la evolución social y política del
mundo moderno surgido en el renacimiento es una transformación que se ha dado
con el tiempo y que se vive en esta época aunque de manera diferente.
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